sábado, 5 de febrero de 2022

Rol en Solitario: B12 El Monasterio del Dragón Dormido (VI)

 VIENE DE AQUÍ



Escena 7 - Recuperando fuerzas en Stallanford

 Caos inicial: 4

 Lugar: Stallanford

 Personajes: Monjes mendicantes, Aralic, Anastasia Atrapes, orcos asaltantes, rata gigante, dragón?

 Hilos: Recuperar el tesoro del monasterio


  Fyrmont, Gromdain 9, mañana, cielo despejado 22º

 El grupo pasó la moche en The Hungry Halfling y se tomó el día de descanso. Karsa dio poco más que un paseo y acabó recuperándose de sus heridas. El resto, poco más hicieron que visitar la taberna, dónde colgaron dos carteles. El primero en busca de nuevos miembros permanentes para el grupo, y el segundo pagando por mercenarios mercenarios. Como les acompañaba una desmerecida fama de tacaños, acompañaron el último letrero de la apetitosa oferta de 9 monedas de oro en mano, otra por día de expedición, y la mitad de una parte del botín encontrado. Un hosco thyatiano, de paso hacia Duke’s Road Keep, falto de monedas aceptó el trato. Vestía cota de mallas y estaba equipado con una lanza y un escudo. Suficiente para la que buscaban.

Andreas Prinkips

Humano, mezcla traladar/thyatiano, Guerrero N1, Neutral

FUE 15, DES 11, CON 12, INT 9, SAB 10, CAR 6.

CA: 5 (4) HP: 6

MV: 18/90/30

 Andreas tiene la cara delgada. Su pelo es rizado y castaño, y sus ojos son del color del ambar. Por algún motivo oculto, está empeñado en exterminar a la raza de los ogros.

 Por otra parte, la llamada a filas dio sus frutos. Una ladrona thyatiana de tez oscura, Athenais Mouzakios, de Specularum, y una mole traladarana del propio Stallonford, Dávide Rodenos, decidieron probar suerte uníendose al grupo de aventureros con todas sus consecuencias. Ambos estaban pobremente equipados, con lo que aceptaron un préstamo para comprar el equipo y las vituallas que les faltaban. La ladrona se descubrió como toda una especialista con el cubilete y las cartas, y el guerrero traladarano imponía con su abultado aspecto y el mandoble que llevaba a su espalda.

 Con todos los miembros del grupo reequipados, pasaron la tarde vaciando sus bolsillos mientras se llenaban los de Athenais jugando a las apuestas, bebieron cerveza, y se prepararon para partir hacia el monasterio al salir el sol.

 

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