Hace un tiempo Nacho me regalo este gusano de microfilamento. No sé si es por mis pinturas, por el material o porqué, pero pintarla ha sido un drama. A pesar de la imprimación, la pintura resbalaba y no quedaba dónde la llevaba con el pincel, con lo que al final me la he quitado de encima pintado a pegotazos.
De lejos está bien, pero no te acerques mucho...
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