domingo, 11 de abril de 2021

Rocas grandes, peñascos

 Como decía hace poco, la gracia de los juegos pequeños es que te permiten crear proyectos asumibles en poco tiempo. Un caso concreto es el primer escenario de la segunda misión de Rangers of Shadow Deep, The Bridge Guards, que transcurre al lado de un río en una zona llena de "boulders" (en castellano, algo así como rocas grandes o peñascos).

Un gnoll se asoma sobre un peñasco
 

Tuve la suerte de tener en mente ese escenario y toparme con un trozo de poliuretano extruido en un contenedor de obra cerca de casa. Ya había visto varios tutoriales de cómo hacer lo que quería, pero este de The Terrain Tutor se puede decir que es la base para este proyecto. Este es el paso a paso resumido:

Primero corté un buen trozo para hacer una primera prueba de tallado, era la primera vez que trabajaba con poliuretano extruido.


Tras la primera prueba satisfactoria, corté, pelé y tallé el resto de bloques.



Olvidé sacar fotos de las peanas, pero no son más que dos cortes con la misma forma de un trozo de cartón corrugado. Se pegan con cola blanca de forma que las líneas del corrugado queden perpendiculares. Así la peana queda muy dura y resistente.


No tenía claro como rebozar los bloques. Tras consultar con los amigos, me decidí por la masilla. La pasta de papel creo que hubiera quedado mejor, pero es arriesgado hacerla en un piso por lo que puede llegar a pringar.


 Luego pegué con cola algo diluida con agua las roquitas, los trozos de corcho y la arena para dar una textura más orgánica a los bloques. Solo tenía piedras redondeadas de río, así que eso fue lo que usé.

 Tras eso, apliqué un par de capas de gris con un poco de cola blanca para aglomerar las piedras y la arena. Una solo capa lo deja demasiado transparante.

Una vez con la capa base seca, pinté de marrón oscuro las peanas, las brechas y las oquedades de los bloques.

A partir de aquí todo fue más rápido porque la pintura ya no necesitaba tanto tiempo para secar. Apliqué dos capas de pincel seco con dos tonos de gris cada vez más claro. También un pincel seco con un tono más claro que el tierra para la base y las oquedades. Por último, otro pincel seco más ligero de color crema sobre la roca. De fondo, Joseph A. McCullough en Scratch Attack


Luego diluí el tono de la tierra hasta dejarlo casi transparente, y lo apliqué muy aguado sobre las zonas donde se podía acumular el polvo o por donde podía caer el agua de lluvia arrastrando sedimentos.


Hice lo mismo con verde mezclado con marrón y luego con acuarela verde oliva, solo que en la zona dónde se podía acumular más humedad, generando moho y musgo.

Por último, apliqué cola blanca diluida para luego espolvorear hierba electrostática. Hice lo mismo con pegotes de cola para pegar mechones de cesped más largos y varios trozos de musgo que encontré arrancado en una reciente excursión. También le di un poco de barniz en spray sobre las zonas de musgo con la intención de que no pierdan el color


Para acabar, dejo alguna foto en la que se aprecian mejor algunos detalles.













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